Octubre 15... Deja ir el caos
¡Nada bueno resulta del desasosiego!
La inquietud, el miedo, la ira o la tristeza pueden motivarnos. A veces, estos sentimientos tienen la intención de obligarnos a la acción, pero nuestro mejor trabajo surge una vez que éstos han sido remplazados por la paz.
No terminaremos nuestra tarea más pronto, ni mejor, desempeñándola con una sensación de urgencia, miedo, ira o tristeza.
Deja ir la inquietud. Deja que la paz llene el hueco. No tenemos que renunciar a nuestro Poder, al poder personal que Dios nos ha dado –o a nuestra paz- para llevar a cabo el trabajo que se nos ha llamado a hacer hoy. Se nos dará todo el poder que necesitemos para hacer lo que tengamos que hacer, cuando sea el tiempo de hacerlo.
Deja que primero venga la paz. Después procede. La tarea se hará de manera natural y a tiempo.
"Hoy primero me pondré en paz y dejaré que mi trabajo y mi vida surjan de esa base".
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