Recuperarnos sin dejar a los amigos
No necesariamente tenemos que dejar a todos nuestros amigos y nuestra familia cuando nos recuperamos. Podemos separar cuidadosamente nuestras relaciones unas de otras y analizar cuales son codependientes y en que sentido lo son. Si expulsamos de nuestras vidas a todas las personas conflictivas, puede que nos lleguemos a ver solos en la cima de una montaña.
Todos queremos y necesitamos que nos quieran. Ahora bien, es el precio que estamos dispuestos a pagar porque nos quieran lo que origina el problema. Es natural y es sano querer agradar a aquellos a los que queremos, pero los codependientes tendemos a abandonarnos a nosotros mismos en favor de otros. Agradar a otra persona a nuestras expensas es el resultado de la codependencia. Una relación es sana si existen unas negociaciones claras, de modo que los dos puedan sentirse satisfechos.
No hay nada malo en querer gustarle a la gente; ahora bien, es el añadido implicito de a cualquier precio lo que nos mantiene codependiente. Cuando empezamos a enfadarnos con aquellos a los que queremos, entonces sentimos que estamos perdidos y nos aterramos porque creemos que nos vamos a morir.
La linea de partida en este caso es la siguiente: recuperarse de la codependencia supone estar dispuesto a abandonar y ser abandonado, si eso es lo que hace falta.
Piensa en …
¿Cuando vas a cruzar la linea de partida?
¿Hasta donde estas dispuesto a llegar?
(Dorothy May de su Libro Codependencia: La Dependencia Controladora-La Dependencia Sumisa)
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