Octubre 21... Responsabilidad económica
“Cuando empecé la recuperación de mi dependencia química, tuve que enfrentarme a mis líos de dinero sobria y fría como una piedra, y realmente tenía un buen lío”, dijo una mujer.
“Al principio no era capaz de ganar mucho, y era importante para mí reparar daños. Tenía cuentas vencidas de años anteriores. Necesitaba tratar de estar al día en los pagos de mis cuentas nuevas. Tenía mucho más dinero antes de volverme sobria. Pero a su tiempo, lenta, gradualmente, mi situación económica se despejó. Restauré mi crédito. Tenía una cuenta de cheques. Tenía un poco de dinero en el banco”.
“Luego me casé con un alcohólico y empecé a enterarme de mi codependencia, por el camino difícil. Me perdí a mí misma, mis sentimientos, mi cordura y todo el progreso que había logrado en mis asuntos financieros. Mi esposo y yo abrimos una cuenta de cheques juntos y él se sobregiró con los cheques hasta que perdí el derecho a tener una cuenta de cheques. Le permití que hiciera cargos y cargos en mi tarjeta de crédito hasta que me la echó por tierra”.
“Pedíamos uno y otro préstamo para mantener a flote nuestro barco que se hundía, y le pedimos mucho dinero prestado a mis padres”, dijo ella. Para la época en que empecé mi recuperación de la codependencia, estaba enfrentando otra vez un verdadero lío financiero. Estaba furiosa, pero ya no importaba quien había hecho que cosa. Tenia algunos asuntos financieros serios que enfrentar si es que esa parte de mi vida alguna vez iba a volverse gobernable de nuevo".
"Lentamente - muy lentamente - empece a salir de mi lió. ¡Parecía imposible!. Ni siquiera quería enfrentarlo, me sentía tan abrumada y desesperanzada. Pero lo hice. Y cada día hice lo mejor que pude para ser responsable de mi misma".
"Una decisión que tome fue separarme y protegerme financieramente de mi esposo, lo mejor que pude, antes y después de divorciarnos. La otra decisión que tome fue afrontar los aspectos financieros de mi vida y empezar a reconstruirlos".
"Fue difícil. Debíamos cincuenta mil dolares y mi capacidad para obtener ingresos había disminuido dramáticamente. Estaba en proceso de pena; mi autoestima estaba baja todo el tiempo; mi energía también lo estaba. No sabía cómo alguna vez podría desenmarañarme de esa pesadilla. Pero así sucedió. Lenta, gradualmente, con la ayuda
de un Poder Superior, sobrevino la gobernabilidad y remplazó al caos.”
“Empecé por no gastar más de lo que ganaba. Le pagué a algunos deudores, poco a poco. Dejé ir lo que no podía hacer y me concentré en lo que sí podía.”
“Ahora han pasado ocho años. Estoy libre de deudas, lo cual nunca imaginé posible. Estoy viviendo cómodamente, con dinero en el banco. Mi crédito ha sido restaurado de nuevo y tengo la intención de mantenerlo así.”
“No estoy dispuesta a perder otra vez mi salud y seguridad financieras, por amor o por alcoholismo. Con la ayuda de Dios y de los Doce Pasos, no tendré que hacerlo”.
Un día a la vez podemos ser restaurados en la recuperación, mental, emocional, espiritual, física y económicamente.
Las cosas pueden empeorar antes de mejorar, porque por fin estamos afrontando la realidad en vez de estarla esquivando. Pero una vez que tomamos la decisión de asumir nuestra propia responsabilidad económica, ya estamos en camino.
"Dios mío, ayúdame a recordar que lo que parece hoy sin esperanza, a menudo se puede resolver mañana, aunque no podamos ver la solución. Si he permitido que los problemas de otros me dañen económicamente, ayúdame a reparar y a restaurar mis límites acerca del dinero, y de lo que estoy dispuesto a perder. Ayúdame a entender que no tengo por qué permitir la irresponsabilidad económica de nadie, ni que su adicción, enfermedad o problemas me dañen financieramente. Ayúdame a seguir con mi vida a pesar de mis actuales circunstancias económicas, confiando en que si estoy dispuesto a reparar daños y a ser responsable, las cosas se resolverán".
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